

Un refugio en Cala Esmeralda, con vistas abiertas al mar turquesa y un interiorismo que combina piedra caliza, maderas claras y piezas de autor. Poético y luminoso, Luzia es un espacio que se deja habitar como una obra de arte, en un pueblo donde la vida aún transcurre con calma.


Un refugio mediterráneo donde el tiempo se desacelera. Entre el azul intenso del mar y el rumor de los pinos, Luzia invita a perder la prisa y recuperar la calma. Cada rincón está pensado para habitarlo despacio, con la mirada puesta en el horizonte.

Luzia también es hogar para quienes viajan con sus compañeros de cuatro patas. Aquí, el confort se comparte: las siestas al sol, las terrazas abiertas y los paseos tranquilos por el pueblo son parte de la experiencia.
En Luzia todo respira calma. La arquitectura se abre al horizonte con grandes ventanales que bañan cada estancia de luz natural, mientras la piedra caliza y la madera clara aportan una sensación de pureza y calidez.El interior ha sido concebido como una obra de autor: piezas seleccionadas de diseño contemporáneo conviven con detalles artesanales, creando un ambiente donde lo moderno y lo mediterráneo se encuentran en equilibrio.Cada rincón invita a detenerse, a leer con la brisa del mar de fondo o a compartir un vino al atardecer. Más que un apartamento, Luzia es un refugio donde habitar se convierte en experiencia estética.
Salón abierto con vistas al mar y mobiliario de autor.Dormitorio principal bañado por la luz del amanecer.Cocina equipada con electrodomésticos de última generación y vajilla artesanal.Terraza privada con espacio para desayunos y contemplación.Baño de líneas limpias, con piedra natural y amenities de diseño.Rincones pensados para trabajar, leer o simplemente descansar.
En Luzia cada detalle está pensado para que el viajero sienta comodidad sin perder autenticidad. Desde la conexión Wi-Fi de alta velocidad hasta la selección de libros y vinilos, todo acompaña una estancia donde lo práctico y lo estético se encuentran.El alojamiento es pet friendly, porque entendemos que los momentos más valiosos se comparten con quienes forman parte de la familia. El entorno está preparado para que disfruten tanto las personas como sus compañeros de cuatro patas.Además, la ubicación en Cala Esmeralda abre la puerta a la comunidad local: mercados semanales, bares junto al mar y senderos que conducen a calas secretas. Luzia no se entiende sin su contexto; habitar aquí es integrarse en un ritmo más lento y genuino.
Luzia se asienta en lo alto de Cala Esmeralda, un rincón del Mediterráneo donde el mar turquesa se funde con el verde de los pinares. La ubicación no es casual: cada ventana se abre al horizonte, cada paseo conduce a una cala escondida, cada atardecer pinta el cielo con tonos dorados.Estar aquí significa alejarse del ruido y recuperar lo esencial. El pueblo conserva su carácter auténtico, con un puerto pequeño de barcas de madera, mercados semanales y restaurantes familiares donde el producto local sigue marcando el ritmo.La proximidad de playas secretas y senderos costeros convierte a Cala Esmeralda en un enclave ideal para quienes buscan descanso, naturaleza y cultura mediterránea en un mismo viaje.

El paisaje que rodea a Luzia es parte de la experiencia. A un lado, las aguas cristalinas invitan a nadar, remar o simplemente contemplar. Al otro, caminos de tierra serpentean entre pinares y olivares, perfectos para recorrer a pie o en bicicleta.Los días empiezan con el canto de las cigarras y terminan con el rumor de las olas. Aquí, el lujo no está en lo grandilocuente, sino en lo simple: un café al amanecer, una comida bajo la sombra de una buganvilla, una charla que se alarga mientras cae la noche.Además, la zona ofrece pequeñas sorpresas: talleres de artesanía, bodegas familiares y miradores escondidos que regalan perspectivas únicas del Mediterráneo.
Llegar a Cala Esmeralda es tan sencillo como dejarse guiar por la costa. El aeropuerto más cercano conecta con las principales ciudades europeas; desde allí, un trayecto de poco más de una hora en coche conduce hasta el pueblo.Quienes prefieran un viaje más pausado pueden optar por el tren hasta la ciudad vecina y, desde allí, continuar en taxi o transporte local. En cualquier caso, el recorrido es parte de la experiencia: carreteras que bordean el mar, pueblos blancos encaramados a las colinas y el azul infinito que anticipa la llegada a Luzia.
En Cala Esmeralda, el clima acompaña a la calma. Los veranos son luminosos y cálidos, con brisas suaves que alivian las tardes y cielos despejados que se tiñen de rosa al anochecer. El mar mantiene una temperatura ideal para nadar desde mayo hasta bien entrado octubre.En primavera y otoño la luz es más dorada, el ambiente más sereno y el ritmo del pueblo aún más pausado. Son meses perfectos para caminar por la costa, descubrir calas solitarias o disfrutar de la gastronomía local sin prisa.Incluso en invierno, el clima se mantiene templado: días claros, temperaturas suaves y esa sensación mediterránea de vivir al aire libre todo el año.

Somos Elena & Adrián, una pareja que encontró en Cala Esmeralda un lugar donde el tiempo se vive de otra manera. Después de años viajando y descubriendo alojamientos con alma, decidimos crear el nuestro: un espacio que reuniera diseño, calma y autenticidad mediterránea.Luzia nació de esa búsqueda: de nuestro amor por la arquitectura, la luz natural y los pequeños detalles que convierten una estancia en un recuerdo imborrable. Cada elección —desde los materiales hasta el mobiliario— responde a esa idea de habitar como experiencia.Hoy compartimos este refugio con viajeros que, como nosotros, valoran la belleza serena y la sencillez bien hecha. Abrir las puertas de Luzia es abrir también un pedazo de nuestra vida y de lo que creemos que es el verdadero lujo: tiempo, calma y luz.